Las cifras proporcionadas por la OIT son dramáticas. Cada día en el
mundo mueren 6300 trabajadores por culpa de sus malas condiciones de
trabajo; 5500 de ellos mueren de enfermedades, entre otras de cáncer,
causadas por exposiciones a químicos. Europa no se salva de esta
tragedia: según las estimaciones de la Agencia europea para la salud y
la seguridad, mueren aproximadamente 160.000 trabajadores al año por las
mismas razones.