Por poner un ejemplo muy negativo para los servicios públicos, podemos hablar de la reducción de los contratos de interinos en sanidad o educación, que perjudica a la calidad de estos servicios. En este caso, el primer perjudicado es el ciudadano, que observa como poco a poco, todo el Estado de bienestar que tantos años se ha tardado en construir, en muy pocos Decretos y Resoluciones, se deshace como un azucarillo en el agua.
Resulta lamentable que se alabe la gestión de las empresas privadas en algunos sectores públicos, como la sanidad y no se mencione, las carencias en de estas empresas en materia de personal, o los contratos en precario que muchas de ellas mantienen con sus trabajadores. Claro que hablar de eso, no interesa.
Como tampoco interesa hablar de las ratios que tenemos en España, de empleados públicos por ciudadano, en relación con otros países de nuestro entorno. En este tema, es curioso oír a muchos tertulianos, comentaristas y otros personajes de diversa calaña, que hablan y hablan, pero ninguno lo hace con conocimiento de causa.
Veamos algunos ejemplos, de las ratios de empleados públicos por habitantes:
(Datos de la Oit: http://laborsta.ilo.org/STP/guest)
A la vista de estos datos, cabe preguntarse algunas cosas: ¿Por
qué insisten nuestros políticos en reducir empleados públicos, poniendo
como ejemplo otros países europeos? ¿Cuál es el verdadero motivo? ¿Por
qué no reducen de verdad gastos en órganos políticos y su desaforado
gasto?Lo cierto es, que comenzamos el año con algunos anuncios de cambio en la Función Pública, tal como se ha publicado en la prensa en estos días, con anuncios de eliminación de duplicidades y organismos “inactivos” en diversas Administraciones, limitación de los sueldos de alcaldes, “homogenizar” retribuciones de algunos complementos retributivos, etc.
Siempre hemos dicho desde la USO que había soluciones, y por ese motivo hemos enviado a todos los grupos parlamentarios sistemáticamente desde hace años (ver este enlace) , propuestas encaminadas a reducir el gasto en las Administraciones Públicas, que deberían haber evitado si las hubieran aplicado en su momento, la actual situación económica en el conjunto de las AAPP.
Los empleados públicos estamos expuestos en los últimos años a un constante ataque mediático, con el fin de justificar las privatizaciones que vamos viendo y sufriendo a lo largo de este tiempo, y por desgracia, no somos capaces de pararlas.
Y quiero dejar claro, que cuando hablamos de sanidad o educación, nunca hemos sido radicales, creemos que pueden y deben existir sistemas públicos y privados. Pero no podemos estar de acuerdo, en desvestir y descapitalizar de medios a los públicos, para favorecer a los intereses privados. También debemos hacer y lo hacemos, un reconocimiento público a los trabajadores que desempeñan su labor en esas empresas, y que de alguna manera, también conforman servicios públicos complementarios al servicio del ciudadano. Estamos en un país libre y democrático, y por tanto, es necesario que exista la posibilidad de ejercer nuestro derecho de decisión, a la hora de elegir la atención sanitaria o educativa que deseamos.
También queremos afirmar rotundamente, que no es cierto que los servicios públicos dado por empresas privadas sean mejores, más baratos y favorezcan el empleo. Por desgracia, ya conocemos muchos ámbitos privatizados, y lo único que se ha conseguido ha sido abaratar y precarizar los empleos. Pero en ningún caso ha supuesto ni mejora en la prestación de servicios, ni ahorro en los costes globales. Eso sí, ahora hay una empresa privada que obtiene beneficios, que por cierto, no revierten en la mayoría de los casos, en la mejora de esos servicios.
Este año comienza igual que acabo el anterior, con nuevos recortes y anuncios de ajustes de plantillas en las AAPP, esperamos que se produzca un cambio radical en la valoración de los servicios públicos y sus trabajadores. Deseamos que la sociedad y nuestros políticos, hagan piña en la defensa de nuestro Estado del bienestar, y que si se inicia una transformación de la Función Pública, sea para mejorar la calidad y la atención al ciudadano, en ese caso, la USO colaborará en este objetivo. Si la reforma que se inicia, tiene como único fin, eliminar más servicios públicos, la USO estará radicalmente en contra.
Es necesaria que las Administraciones y sus gestores, hagan una campaña pública y declaraciones Institucionales, manifestando públicamente el reconocimiento del trabajo, profesionalidad, esfuerzo y dedicación de los empleados públicos a pesar de ser un colectivo especialmente afectado por los recortes en las AAPP. Este sería el camino inicial, para reforzar la labor abnegada y siempre profesional del conjunto de los empleados públicos en su labor diaria. A pesar de todos lo que está ocurriendo a nuestro alrededor, debemos levantar alta la cabeza y estar orgullosos de nuestro trabajo al servicio de la sociedad y sus ciudadanos. ¡Dignifiquemos y solicitemos que lo hagan nuestros gestores, el trabajo público!