El presidente del Tribunal Superior de Justicia de Madrid, Francisco Javier Vieira, lanzó ayer un «S.O.S» judicial, antes de que todo salte por los aires. La Memoria Anual pone negro sobre blanco la inviabilidad del sistema si no se adoptan medidas pronto.
Contencioso-Administrativo: Juicios señalados para 2017
La crisis no ha supuesto un incremento
global de asuntos judiciales en el último año; sin embargo, en lo
Contencioso-Administrativo la carga de trabajo ha crecido un 26,76%. Son
casi 40.000 asuntos, cuatro veces más que hace diez años. Y ahí los
problemas económicos sí que se notan. De ahí que se estén señalando
procedimientos abreviados para 2017, enfatiza la Memoria de 2011 del
TSJM.
Penal: Cuatro veces más robos en pisos y locales
En líneas generales, los asuntos de lo
Penal se mantienen en mismo número con respecto al año anterior; pero
aunque hay delitos que bajan, en contraposición hay otros que no sólo
crecen, sino que en algunos casos se disparan de manera alarmante.El caso más preocupante es el de los robos con fuerza en domicilios y locales comerciales. Nada menos que cuatro veces más asuntos que en 2010: de 120 a 476, en los juzgados de Instrucción.
Es la delincuencia común, que además es la que más preocupa a la ciudadanía, la que agrupa más subidas:las lesiones, el maltrato familiar, el hurto, los atracos, los delitos de tráfico, la falsificación…
Otra buena noticia, los Juzgados de Violencia sobre la Mujer sí han registrado menos casos: 12.694, un 2,1%, una bajada que se experimenta desde 2009.
Oficina Judicial: Ineficiencia general
El informe del presidente del TSJM no se
anda con eufemismos ni circunloquios. A la hora de calificar la nueva
Oficina Judicial, no duda en tacharla como «de resultados
decepcionantes». «Ha tenido un coste altísimo y sin incrementar la
eficiencia». Pero no son las únicas quejas. Los sistemas de trabajo son
«anticuados»; «se discute con la autoridad de jueces y magistrados y
cada vez están más aislados de su actividad jurisdiccional»; y el número
de interinos, jueces sustitutos y magistrados suplentes, «en vez de
disminuir, crece».«Todo este panorama está sirviendo para minar cada vez más la confianza de los ciudadanos en la Justicia, en la que ya atisban incluso síntomas de corrupción en las últimas encuestas», añade la Memoria.
¿La solución a todo este descalabro? «Huir de la burocracia, la desorganización, los intereses corporativos y valorar a los jueces y funcionarios».
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