Publicado en www.lavozdegalicia.es
La segunda fotografía que Feijoo
escenificó el miércoles con los sindicatos en el marco del diálogo
social ha marcado el punto de inflexión para acelerar la estrategia de
recortes de la Xunta. Solo tres días después de vincular la nueva tanda
de ajustes a la presentación de la arquitectura de los Presupuestos del
Estado, prevista para la segunda quincena de febrero, Feijoo anunció
ayer que su Gobierno presentará «nos próximos días» nuevas medidas que
implicarán la petición de «algún sacrificio a algúns colectivos» con el
objetivo de preservar «como ata agora» la prestación de los servicios
públicos esenciales: sanidad, educación y bienestar.
Feijoo, que eludió concretar en qué
ámbitos aplicará una tijera con la que se anticipará a las restricciones
presupuestarias de Rajoy, aseguró tras el Consello de la Xunta que
pedirá a algunos colectivos que «arrimen o ombro» y que ese esfuerzo
necesario no penalice a parados, pensionistas y perceptores de la renta
de integración social (risga). A preguntas de los periodistas, el
presidente señaló que le gustaría llegar a más acuerdos con los
sindicatos, y reiteró que los representantes de los trabajadores serán
los primeros en conocer los ajustes, pero proclamó que, con su favor o
sin él, «a Xunta vai seguir gobernando e tomando decisións», porque
«ninguén ten dereito a dimitir das súas responsabilidades».
El jefe del Ejecutivo corroboró también
su determinación a cumplir un techo de déficit del 1,3 % del PIB que el
año pasado ya obligó a la Xunta a cerrar el ejercicio presupuestario en
agosto y a posponer pagos a las constructoras en el último cuatrimestre
para no exceder el endeudamiento permitido.
Solo falta que Feijoo precise qué puede
recortar para no poner en peligro unos servicios esenciales de cuya
exposición a los riesgos de las tensiones financieras lleva años
alertando. El presidente ya ha dejado pistas de sus intenciones. La
Xunta, que siempre restringe en primer lugar la inversión en obra
pública, está estudiando las reformas aplicadas por otras comunidades en
las condiciones laborales de los funcionarios, con recortes que van
desde los días de libre disposición por asuntos propios al complemento
de las bajas por incapacidad temporal. Pero tampoco hay que descartar
que las decisiones afecten al pago farmacéutico. Feijoo aboga con
insistencia por una revisión del sistema para introducir «términos de
equidad», de forma que el usuario pague por las medicinas en función de
la renta familiar disponible.
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