
La obsesión con los recortes y el desconocimiento absoluto de la realidad de cada juzgado, está llevando a la administración a adoptar medidas tan ridículas como ésta en que por ahorrar la nómina de un funcionario, incrementará los gastos en transporte y además privará diariamente al decanato de la calle Monforte, al límite de sus posibilidades, de dos funcionarios que deberían desplazarse a Matogrande, para realizar el reparto. En resumen, más gasto, supresión indiscriminada de servicios esenciales, ataque directo a otros servicios ya saturados; una gestión perfecta si el objetivo es cargarse el funcionamiento de la justicia en Galicia.
VER ESCRITO