Publicado en www.lavanguardia.com
Dos días después de las elecciones, el president de la Generalitat, Artur Mas, se ha adelantado al presidente electo, Mariano Rajoy,
a la hora de tomar decisiones para los próximos meses. Mientras el
dirigente del PP se resiste a aclarar su hoja de ruta para salir de la
crisis aun a riesgo de recibir algo más que avisos por parte de los
mercados y de los dirigentes europeos (Fitch ya ha pedido a Rajoy que use su mayoría para anunciar reformas fiscales), Mas informa a los ciudadanos que los recortes en Catalunya seguirán en 2012, pero serán diferentes a los de 2011.
El president de la Generalitat, ha anunciado que el Govern tomará medidas para “incrementar los esfuerzos salariales y
fiscales de la función pública en su conjunto” y ha advertido que los
ciudadanos también tendrán que sumarse a estos esfuerzos vía “tasas, precios públicos y tickets moderadores“.
“Tenemos que hacer un ajuste en dos años, la herencia era muy dura pero
nos tenemos que poner al día y esta labor significa purgar”, ha
avisado.
Recaudar 1.000 millones
En total, el Govern espera recaudar unos 1.000 millones de euros tras
la aplicación de las nuevas medidas de ajuste, un montante que se
obtendría de la suma de los esfuerzos previstos para todos los
trabajadores públicos así como de los precios públicos y ‘tickets moderadores‘ que la Generalitat tiene previsto aplicar.
No tocar el hueso del Estado del bienestar
Mas ha señalado que las vías de ajuste no se puede continuar por los
ámbitos aplicados este año porque “sólo por el camino de la reducción
del gasto se puede llegar a tocar hueso”, expresión con la que se ha
referido a la posibilidad de poner en riesgo las prestaciones del Estado
del bienestar. Sin embargo, el Ejecutivo catalán no está dispuesto a
renunciar al objetivo de la reducción del déficit, que
este año tiene que llegar a la cota del 1,3%, lo que corresponde a una
cifra de 2.600 millones, que es lo marcado por Bruselas y pactado con el
Estado español.
El ajuste será diferente en 2012 al ya aplicado, se ha empeñado en
explicar Mas, pero seguirá afectando de manera sustancial a los
funcionarios con una modificación en su fiscalidad y en sus salarios.
En cualquier caso, el president ha advertido que si el nuevo Gobierno
de Rajoy lleva a cabo una medida de reducción salarial a nivel estatal,
la de la Generalitat no se aplicará, será sólo en caso de que el
Ejecutivo español no la acometa.
Nueva eliminación de paga extra
En el ámbito de la función pública, el president también ha confirmado que los altos cargos de la administración catalana también deberán renunciar a otra paga extra entera, como consecuencia de la política de ajustes de salarios que llevará a cabo la Generalitat.
Sin entrar en detalles sobre porcentajes en las reducciones de sueldo
anunciadas, el president ha pedido comprensión ante el “sacrificio en
el ámbito salarial”, de modo que “por la misma faena cobraremos un poco
menos”, algo que no notará el resto de la población. Pero a la vez ha
solicitado una mayor corresponsabilidad de la población con respecto a
las prestaciones públicas. Mas ha justificado no especificar las
reducciones salariales porque “son decisiones que se tienen que madurar”
y porque además, tendrán que negociarse con los sindicatos.
Subida de impuestos y una tasa en sanidad para evitar el abuso
Sobre las medidas de ajuste que afectarán a los
ciudanos, el president fue algo más concreto. Según el
president, subirán las tasas universitarias, el precio del transporte
público y el recibo del agua, y el Govern se reserva la posibilidad de
estudiar el incremento del precio de los carburantes.
Así, mencionó el más que posible aumento de los impuestos de las
gasolinas, con el objetivo de mantener la red carreteras de Catalunya,
aunque se trataría de un aumento que no afectaría a los transportistas
ni al sector primario. Mas ha justificado la posible aplicación del
incremento porque, en algún momento tendremos que proponernos “bajar la
guardia en el mantenimiento de las vías” debido al mal estado de las
arcas de la administración.
También en el ámbito de la sanidad, el Ejecutivo catalán presentará
ideas con el objetivo de poner barreras al uso excesivo de los servicios
de salud. El instrumento, llamado, ‘ticket moderador‘
para las recetas médicas, no es otra cosa que una tasa por receta
farmacéutica dispensada en la sanidad pública para “evitar abusos”. Mas
ha querido diferenciar esta medida del llamado copago “puro y duro”, y
ha explicado que se trata de una medida que pretende imponer un nuevo
coste por receta médica.
El president también ha mencionado la necesidad de tomar medidas para
reducir la desproporcionada deuda de la Agència Catalana de l’Aigua
(ACA), a través de una subida en los impuestos del recibo, así como la
necesidad de recuperar el impuesto de patrimonio. Sobre esta última
medida, el president ha señalado que “si el Gobierno central impone el
impuesto de patrimonio, nosotros lo acataremos”, pero si el nuevo
Ejecutivo de Rajoy no lo implanta, la Generalitat lo recaudará por su
cuenta. En cualquier caso, “lo que no puede haber es un impuesto de
patrimonio y un impuesto a las grandes fortunas, porque tocaría a la
misma gente”, ha considerado.
Venta de patrimonio de la Generalitat
Todo esto añadido a otra instrucción: la política activa de venta de
patrimonio público, por tanto de edificios, oficinas y algunas empresas.
“Autopistas por ejemplo: hay públicas y privadas y no pasa nada, no son
mejores o peores, son una manera diferente de gestionar”. Mas ha
asegurado que hay varias maneras para hacerlo: “Se puede vender el
activo en cuestión o la gestión de estos activos”, y “todo este dinero
irá a reducir el déficit y por tanto serán menos sacrificios y esfuerzos
a pedir a la población”.
El horizonte: finales 2012
Todo tiene un punto inicial, enero de 2011, y no tiene uno final
claro, pero sí un horizonte: finales de 2012. “Entonces, si las cosas no
empeoran, podremos decir que las polítñicas de ajuste duras habrán
acabado. En dos años espero cumplir”, ha asegurado Mas.
Mas tiene por empeño que los presupuestos que debe presentar antes
del 31 de diciembre (y que de forma prorrogada calcula aprobar a finales
de enero y en febrero) sean “una fotografía que diga que en el año 2012
se cumplirá el déficit”. El jefe del Ejecutivo catalán ha justificado
la necesidad de llevar a cabo nuevos “sacrificios y esfuerzos a toda la
población” porque “no podemos seguir realizando exclusivamente una
reducción del gasto, si no corremos el riesgo de pisar alguna de las
líneas rojas que dijimos que no pisaríamos”, en referencia a los
servicios sociales.
“Estamos en plena fase de la travesía” de la reducción del déficit y
de la aplicación de los ajustes previstos, ha señalado, pero ha
insistido que en 2012 será diferente “Dijimos que reconducir la
situación no era posible en un año a pesar de que el Gobierno quería que
lo hiciéramos. No lo hemos hecho para no poner en peligro el Estado del
bienestar”, ha justificado. Y precisamente para preservar los servicios
públicos básicos, el president ha evidenciado que el 10% de reducción
presupuestaria (entre 6.200 y 6.300 millones) es sólo la primera fase.
El Govern “se siente fuerte y legitimado”
“El Govern se siente fuerte y legitimado” para llevar a cabo estas
medidas, “no sólo por los resultados electorales de este domingo, pero
también por ellos” y confía en aprobar la batería de reformas con el
apoyo parlamentario suficiente. En un momento de la intervención del
president tras la reunión del consell executiu, Mas ha pedido “sangre,
sudor y lágrimas” a los catalanes, que en definitiva son los que van a
sufrir los nuevos ajustes.
Al PP: “Ayudarnos mutuamente”
En cuanto a la ley de presupuestos, el president ha tendido la mano a
todos los partidos catalanes para llevarla a buen término, pero ha
reconocido que el apoyo del PPC es el más probable dadas las condiciones
de las cuentas, la situación política y la responsabilidad
administrativa de los ‘populares’ en España.
Así, Mas, ha abogado porque PP y CiU se “ayuden mutuamente” con la
finalidad de que la economía española siga a flote, y que debería
traducirse con el apoyo de los populares a los presupuestos. “Lo más
lógico es que nos ayudásemos mutuamente para que el barco siga en la
línea de flotación”, ha asegurado Mas, quien ha abogado por la
colaboración entre CiU con el PP, ya que ahora los populares son “los
responsables de cómo quede el Estado español”, aunque ha defendido que
su voluntad es aprobar los presupuestos con el máximo de apoyos
posibles.
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